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lunes, enero 25, 2010

El verdadero terremoto de Haití


Basado en el artículo: Las Muertes Evitables en Haití, por Walter Williams, en www.JewishWorldReview.com

Algunos creen que la cifra de muertos del terremoto 7.0 en Haití alcanzará los 200.000. ¿Por qué ese número tan alto de muertes? El terremoto de Loma Prieta en el Norte de California en 1989 fue más violento – 7,1 en la escala de Richter, y resultó en 63 muertes y 3.757 heridos, y el terremoto de San Francisco en 1906 – de 7,8 en la escala de Richter, unas ocho veces más violento que el de Haití – costó 3.000 vidas.

Aún siendo tan trágica la catástrofe de Haití, ella es sólo un síntoma de una tragedia mucho más profunda que es totalmente ignorada: una pobreza auto-inducida. Los desastres naturales matan menos gente en países desarrollados porque ellos tienen una mayor riqueza – una riqueza que les permite construir casas y edificios más resistentes. Cuando se produce un desastre natural, esa riqueza proporciona el personal de emergencia, la maquinaria pesada y los servicios médicos que reducen el número de muertos y el sufrimiento. Los haitianos no pueden permitirse las herramientas de emergencia y de salvamento que los americanos, por ejemplo, dan por sentado. El presidente Barack Obama llamó al terremoto "especialmente cruel e incomprensible", pero habría estado más cerca de la verdad si hubiera dicho que el clima político y económico de Haití – que es lo que deja a los haitianos indefensos ante los desastres naturales – es "especialmente cruel e incomprensible."

La principal razón por la que Haití es uno de los países más pobres del mundo es su gran nivel de restricciones a la libertad económica. Veamos algunas de ellas: Según el Índice de Libertad Económica de 2009, es necesaria una autorización para las inversiones extranjeras en electricidad, agua, salud pública y telecomunicaciones, una autorización que requiere sobornar a funcionarios públicos. Como es de esperar, los servicios de telefonía Haití son un monopolio que podemos calificar de "primitivo" – lo que inmediatamente explica la dificultad de los haitiano-americanos para conseguir información sobre sus seres queridos.

La corrupción es rampante. Haití ocupa el puesto 177 de un total de 179 países en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional (2007). Su reputación como uno de los países más corruptos del mundo es un gran obstáculo para hacer negocios. Los funcionarios de aduanas habitualmente exigen sobornos para dejar entrar cualquier mercancía. El Índice de Libertad Económica de la Heritage Foundation indica que, debido a las reglamentaciones onerosas y al soborno, crear un negocio en Haití lleva un promedio de 195 días, comparado con el promedio mundial de 38 días, y conseguir una licencia comercial lleva unas cinco veces más de tiempo que el promedio mundial de 234 días – o sea, más de tres años.

La delincuencia y el desorden imperan en el país. El Departamento de Estado de EE.UU. (travel.state.gov), mucho antes del terremoto, advertía: “No hay zonas seguras en Haití. ... Secuestros, amenazas de muerte, asesinatos, tiroteos relacionados con drogas, robos a mano armada, asaltos a casas y secuestros de automóviles son comunes en Haití”. El Departamento Australiano de Asuntos Exteriores y Comercio advierte a sus ciudadanos que “El nivel de delincuencia en Haití es muy alto y la policía tiene poco poder para hacer cumplir las leyes. Las autoridades locales a menudo tienen poca o ninguna posibilidad de prestar asistencia, incluso si has sido víctima de un delito grave”. El delito generalizado es el resultado de un impuesto prohibitivo sobre el desarrollo económico, y las personas más pobres son las primeras víctimas.

Los derechos a la propiedad privada son vitales para el crecimiento económico. El Índice de Libertad Económica informa que "la protección en Haití a los inversores y a la propiedad está seriamente comprometida por la pobre ejecución, la escasez de leyes actualizadas para tratar con las prácticas comerciales modernas, y un sistema legal incompetente y sin recursos". Eso significa que cualquier disputa comercial se resuelve fuera de los tribunales, normalmente mediante el soborno de funcionarios públicos.

Cómo Haití puede salir de su extrema pobreza no es un tema de ciencia espacial. Si clasificáramos a los países de acuerdo a (1) el grado de libertad de sus mercados; (2) sus ingresos per cápita, y (3) su nivel en el índice de protección a los derechos del individuo (por ejemplo de Amnistía Internacional), veríamos que existe una correlación muy estrecha entre esos tres criterios. El presidente haitiano René Preval no es un entusiasta de los mercados libres, y sus héroes son los dos brutales tiranos comunistas del hemisferio: Hugo Chávez de Venezuela, y Fidel Castro de Cuba.

El desastre de Haití requiere la inmediata asistencia occidental, pero sólo el pueblo haitiano puede librarse de su tragedia más profunda: de la pobreza auto-inducida.

domingo, enero 24, 2010

Recortes de Historia - Elbio Fernandez


La pasión de la luz

Poca gente recuerda quién fue el Dr. Elbio Fernández Eulacio; y de esa poca gente, la inmensa mayoría serán viejos que aprendieron, en un país que se nos ha escurrido como la arena de la playa entre los dedos de un niño, a conocer y a venerar la propia historia y a sus héroes.

Por Lincoln R. Maiztegui Casas

En este país que parece estar decidido a renunciar a lo mejor de su propia tradición histórica, que se ha inventado una raigambre indígena que nunca existió y que hace ingentes esfuerzos por olvidar que la esencia de su cultura está hondamente enterrada en Europa; cuando ya en los liceos ni se menciona el “Ariel” de José Enrique Rodó y se sustituye el estudio del “Tabaré” de Zorrilla de San Martín por algún infecto poema de tres al cuarto siempre que su autor haya sido “políticamente correcto”, evocar algunas de las grandes figuras históricas que forjaron una nación a partir de lo que fuera apenas un accidente histórico se vuelve no sólo una tarea imprescindible de rescate sino un grito desesperado en el desierto, una voz que clama contra la disolución del ser nacional de la que somos contemporáneos.
Poca gente recuerda quién fue el Dr. Elbio Fernández Eulacio; y de esa poca gente, la inmensa mayoría serán viejos que aprendieron, en un país que se nos ha escurrido como la arena de la playa entre los dedos de un niño, a conocer y a venerar la propia historia y a sus héroes. Uno de ellos fue, sin lugar a dudas, este abogado obsedido por el ideal de elevar la cultura de la población, por poner un rayo de luz en las sombras de la ignorancia, según un símil que era caro a la gente de aquellos tiempos. Vaya esta crónica evocativa no sólo como justísimo homenaje a este ilustre antepasado, sino como abierto desafío a quienes hoy han convertido la enseñanza pública –e incluso en parte la privada- en un ámbito de proselitismo que atenta de forma directa contra su propia razón de ser.

Abogado y periodista

Elbio Fernández Eulacio nació en Montevideo el 18 de julio de 1842. Sus padres, Justo Fernández y Antonia Eulacio, pertenecían a la naciente clase media montevideana, y procuraron para su hijo la mejor educación que podía impartirse en aquellos años. Estudiante de singular brillo, Elbio terminó el Bachillerato en 1860 y comenzó estudios universitarios de Jurisprudencia; recibió el doctorado el 1 de marzo de 1863, de manos del entonces Rector de la Universidad, Dr. Fermín Ferreira y Artigas.
Vinculado al Partido Colorado, el flamante Dr. Fernández comenzó una intensa tarea periodística en el diario “El Siglo”, dirigido entonces por Adolfo Vaillant. El 22 de agosto de 1863 el gobierno de don Bernardo Berro clausuró esa publicación, y Elbio Fernández tomó el camino de la emigración, pasando a Buenos Aires. Triunfante el movimiento revolucionario encabezado por Venancio Flores, “El Siglo” reapareció y se encargó su dirección al propio Dr. Fernández.
Bien pronto demostraría éste que, pese a haber secundado el movimiento del general Flores, no estaba dispuesto en absoluto a fungir de portavoz acrítico de la dictadura. Por el contrario, entre el joven abogado, liberal y masón (había ingresado en la logia “Caridad”, la misma en la que actuaba José Pedro Varela) y el autoritario caudillo que había proclamado la nueva “Cruzada Libertadora” se fue abriendo un abismo. Elbio Fernández fue un durísimo crítico del Tratado de la Triple Alianza y de la guerra del Paraguay, y a causa de ello debió renunciar a la dirección de “El Siglo”. Continuó, sin embargo, empleando el periodismo como arma de acción política, y en 1867, aún bajo el gobierno de facto de Flores, escribía: “La dictadura se prolonga arbitraria y abusivamente ... El país reclama la reorganización de los poderes públicos para recuperar la completa seguridad y confianza que no puede darle la situación transitoria que atravesamos, y hace ese reclamo en nombre de la Constitución y del programa de la Revolución, que le prometió una reorganización inmediata después del triunfo. Pero el gobierno permanece sordo a su reclamo”.

Una lección de ética

El Tribunal de Justicia lo designó Defensor de Oficio, cargo que desempeñó con gran sentido de la responsabilidad y brillo. Tuvo una destacada participación en un antiguo litigio de tierras situadas en la Calera de las Huérfanas, y sus brillantes alegatos fueron considerados modélicos. Pero estas obligaciones no lo alejaron de la política; más bien todo lo contrario. Designado miembro de la Comisión del Instituto de Instrucción Pública, máxima autoridad de la enseñanza en la época, ingresó a la misma con idea de que desde ese cargo podría apoyar o impulsar la reforma del sistema de enseñanza que anhelaba, y al no ser así, presentó renuncia el 3 de diciembre de 1867. Su carta de dimisión decía así: “Sr. Presidente: Cuando acepté el cargo de miembro de la Comisión de Instrucción Pública (...) fue impulsado por una noble consideración: el deber de servir a mi país en esa noble tarea de educar al pueblo que, en medio de la acción vertiginosa de nuestros partidos, es tal vez la única que da resultados positivos para el progreso moral del país. (...). Lo que ha sucedido en la reciente elección de representantes ha venido a desengañarme. Los maestros de las escuelas públicas han sido intimados, por orden del presidente de la Comisión Económica Administrativa, de votar por una lista determinada, bajo apercibimiento de destitución. Es decir, se ha falseado el principio de la soberanía popular por medio de la presión más irritante y depresiva de la dignidad humana. Yo no quiero la más leve sombra de solidaridad en ese falseamiento, y por lo tanto, vengo a presentar a Vd. mi renuncia indeclinable”.

La SAEP

El 1 de marzo de 1868 asumió la Presidencia de la República el general Lorenzo Batlle, y Elbio Fernández fue designado Fiscal de Gobierno y Hacienda. Al mismo tiempo, fue electo diputado suplente por Salto dentro del Partido Colorado.
Miembro de la primera generación de jóvenes egresados de la Universidad fundada por Manuel Oribe en 1838, Elbio Fernández sentía, como ellos, una honda preocupación por la carencia de un sistema de enseñanza capaz de servir a las necesidades de un país que comenzaba a proyectarse con fuerza hacia el futuro. El 19 de febrero de 1868 se había producido el asesinato de los dos principales líderes políticos del país, Bernardo Berro y Venancio Flores, en lo que fuera sin duda la jornada más trágica de la historia del Uruguay. Precisamente para combatir la barbarie y el caudillismo desaforado, aquellos universitarios no veían otro camino que el de promover la educación. Y a ello se dieron con toda la pasión de la primera juventud.
El 18 de septiembre de 1868 se produjo la ya legendaria reunión en el Club Universitario de Montevideo en el cual la el Dr. José Pedro Varela pronunció una conferencia sobre su reciente viaje a Europa y los EE.UU., lugares a los que había ido a estudiar sus respectivos sistemas de enseñanza. Fue tal el entusiasmo que provocaron las palabras de Varela, que esa misma noche se decidió, por iniciativa directa de Elbio Fernández, fundar la Sociedad de Amigos de la Educación Popular (SAEP), que se oficializó el 12 de octubre de 1868. El 9 se había nombrado la primera Comisión Directiva: la presidía el Dr. Elbio Fernández y la integraban Eduardo Brito del Pino (vicepresidente), Carlos Ambrosio Lerena (tesorero), José Pedro Varela y Carlos María Ramírez (secretarios), José Arechavaleta, Juan Carlos Blanco, Eliseo Outes y Alfredo Vásquez Acevedo (vocales). Asombra la juventud de todos ellos: Elbio Fernández tenía 26 años, José Pedro Varela 23, Carlos María Ramírez 20, Juan Carlos Blanco 19, etc. Aquella memorable asociación realizaría la más profunda reforma de la enseñanza primaria pública, laica, gratuita y obligatoria de América Latina, uno de cuyos principios insobornables era el respeto por la conciencia del educando. La SAEP inauguró la primera escuela gratuita basada en sus principios el 29 de agosto de 1869; pero se le llamó precisamente Escuela Elbio Fernández, porque éste había muerto poco antes.

El último sacrificio

Elbio Fernández, cuyos escasísimos retratos muestran la fisonomía de un hombre que parecía mucho mayor de lo que era, había contraído enlace con Dolores Algorta Villademoros, hermana de su amigo Enrique, con la que tuvo un hijo, que sería más tarde el Dr. Elbio Fernández Algorta.
Comenzó el año 1869 en plena actividad, integrando una comisión que debía estudiar el sistema bancario, que el año anterior había sufrido una grave crisis: eran sus compañeros en la misma el comerciante Thomas Tomkinson y los Dres. José Pedro Ramírez y José García del Busto. Pero ya por ese entonces estaba afectado de la dolencia que lo llevaría tan prematuramente a la tumba: la tuberculosis. Ello no sucedió, sin embargo, sin que protagonizara el que sin duda fue el hecho más heroico de su corta existencia.
En febrero de 1869 el diputado por Salto Camilo Vila presentó renuncia a su calidad de tal, y el 23 de ese mismo mes se convocó a su suplente, el Dr. José Pedro Ramírez. Pero éste, profundamente disgustado por la situación política que entonces se vivía, presentó también renuncia el 2 de marzo, y fue necesario convocar al segundo suplente, que no era otro que el Dr. Elbio Fernández.
En su lamentable condición de salud, éste no estaba en condiciones de asumir ese cargo: pero al discutirse el proyecto de ley que daba curso forzoso al papel moneda, las posiciones de “oristas” y “cursistas” estaban empatadas, y la resolución del mismo podía depender de un solo voto. Convencido de que era necesario rechazar aquel proyecto, el Dr. Fernández se levantó de la cama, salió a la intemperie en el crudo invierno de junio de 1869, acompañado por su médico particular, y prestó el juramento de rigor, por medio del cual quedó incorporado a la Cámara. Apenas tres o cuatro de días más tarde, el 17 de junio de 1869, falleció en su domicilio particular. Las fuentes son contradictorias sobre el hecho de si llegó a votar efectivamente o no; una carta escrita por un familiar suyo el 13 de junio parece dar idea de que no: “Vino –dice- poco menos que muriéndose (...) para asistir a la Cámara y prestar su juramento, pero hasta ahora no lo ha podido hacer porque el día que llegó no hubo número. (....) Fue objeto de la aclamación del público, le rodearon el carruaje y hubo de salir de allí so pena de ser sofocado”.
De todas formas, el detalle es insignificante: Elbio Fernández había realizado el más heroico de los sacrificios en defensa de lo que creía los supremos intereses de su Patria. Sólo por ello, se llevó consigo el reconocimiento de la posteridad.

El protagonista:

Dr. Elbio Fernández Eulacio, primer presidente de la Sociedad de Amigos de la Educación Popular y mártir de su responsabilidad cívica

Una fecha:

13/VI/1869

Ese día Elbio Fernández abandonó su lecho de moribundo y, casi llevado en andas, fue hasta la Cámara de Diputados a prestar juramento como miembro de la misma.

Frases de encabezamiento de página:

-“Tenía la convicción de que en esos puestos no me vería nunca rozado por los movimientos de la política, de la que me había separado” (Elbio Fernández 3/XII/1867)

El retrato más fiel que se conserva del Dr. Elbio Fernández fue pintado por Nicolás Panini, artista italiano afincado en Montevideo, en el año 1869.

-“La Sociedad de Amigos de la Educación Popular ha perdido, con el Dr. Elbio Fernández, el alma bien templada de su mejor colaborador” (José Pedro Varela).

-“Por venir a prestar juramento a la Cámara de Representantes (...) hizo un esfuerzo supremo (...). Y quizás esa imprudencia aceleró el término de sus días” (Dr. Fermín Ferreira y Artigas)

-“Hermoso y gallardo sacrificio de un ciudadano que expone y pierde la vida con valor que sobrepasa al de un soldado en el campo de batalla” (José María Fernández Saldaña, Diccionario de Biografías).



Recortes de Historia
Hoy: Elbio Fernández

viernes, enero 15, 2010

"Comandantes"

Antonio Mercader


Siempre me impresiona ver cómo los mismos frenteamplistas que detestan a las Fuerzas Armadas caen rendidos ante los uniformes verde oliva de los hermanos Castro o de Chávez. Son los que le cantan con unción al "comandante Che Guevara" como si ese rango marcial y evocador de galones lo elevara por encima de los comunes mortales. Les resultan más simpáticos los déspotas y fascistas de izquierda vestidos para la guerra que los militares de carrera al servicio de la democracia. ¿Por qué será?


Es una pregunta a contestar por los defensores de la negativa inicial de Mujica a inaugurar su mandato con la clásica parada militar. Mientras unos invocaban el costo de desplegar cientos de efectivos, otros alegaban que el paso de las tropas podía reabrir heridas. En todo caso, se pasaban por el jopo una tradición republicana fiel a los emblemas de predominio del poder civil sobre el castrense. Un ritual hecho carne cuando el oficial a cargo del desfile pide permiso al Presidente para abrir la marcha. Un símbolo que indica "urbi et orbi" quién empuña el bastón de mando.


Aconsejado por su futuro ministro de Defensa, Luis Rosadilla, y exhibiendo flexibilidad, Mujica aceptó finalmente la idea del desfile. Limitado, austero, mas desfile al fin. Pero con una condición llamativa difícil de tragar: que junto a Blandengues y escuelas militares, participe una delegación de todas las unidades integrada por el comandante y un soldado. Un soldado raso que representaría a sus camaradas de armas, como si su comandante -ese sí un comandante legítimo- no los representara.


Ya que la propuesta de hacer desfilar a tan peculiar pareja aun sigue a estudio, convendría que sus impulsores la meditaran y recordaran algunas cosas. Una, que por definición, en las Fuerzas Armadas existe una línea de mando que es la esencia de un sistema basado en el principio de autoridad. Quienes calzan los galones y entorchados es porque se los ganaron, sea por méritos, preparación o experiencia. Cualquiera de los soldados a sus órdenes puede ser tan buena persona como su jefe, eso no está en discusión, aunque ninguno de ellos puede personificar como él a cada una de las unidades militares.


Obviando la resolución del dilema adicional que sería encontrar el criterio para elegir al soldado en cuestión, considero que no corresponde emparejar a jefes con subordinados en la marcha del primero de marzo. Una marcha de pares desparejos, una formación de dos en dos pasible de hacer el ridículo por las calles de Montevideo y un bofetón a la verticalidad, pilar de todo instituto armado.


La propensión a igualar que anida en la izquierda no debería llegar a esos extremos.

Detrás de tales innovaciones late el propósito de Mujica de rezumar austeridad en su debut y, seguramente, de contrastar con los fastos que orlaron la asunción de Vázquez en 2005. Tiene derecho a hacerlo y anticipar así el talante de su gobierno. A lo que no hay derecho es a llevar y traer a las Fuerzas Armadas, a subvertir sus reglas y a vapulear a sus comandantes, unos militares de carrera que visten el uniforme porque ese es su deber.


Otros, en cambio, lo visten sólo para embaucar.

El País Digital

lunes, enero 11, 2010

Antel 40 veces más caro que Skype

ANTEL es 40 veces más caro que Skype para hablar a China, 12 veces más caro que hablar a España o Estados Unidos o 5 veces más caro que llamar a Brasil.















ANTEL no compite en ningún rubro:
- La telefonía fija (por cables de cobre) está muerta; solo sobrevive gracias al monopolio y a las presiones sindicales.
- La telefonía internacional es carísima como lo muestra el cuadro adjunto.
- En telefonía por IP (Internet Protocol), Antel no existe ni existirá jamás, ya que no tiene dinero, capacidad ni gente como para innovar.
- En telefonía celular apenas puede mantenerse al día tecnologícamente haciendo acuerdos con proveedores, quienes cada vez se interesarán menos por ser socios de Antel (que sólo opera en un mercadito de 3 millones, la misma población que el barrio Pinheiro de San Pablo).

Entonces, ¿para qué existe Antel? ¿Para darle mejores tarifas a los uruguayos y a las uruguayas?, ¿Para darnos mejor tecnología y más barata? NO. Sólo existe para mantener empleados públicos y una ideología estatista que esta muriendo en el mundo.

No nos engañemos más. Cuánto antes cierre Antel, mejor.



domingo, enero 10, 2010

El factor Gramsci

por Pablo da silveira

Cuándo podremos decir que la izquierda regional se reconcilió plenamente con la democracia? Una respuesta breve sería: cuando haya roto con Gramsci.

Antonio Gramsci fue el fundador del Partido Comunista italiano. Nació en 1891 y fue perseguido por el régimen fascista de Benito Mussolini.


Estuvo preso entre 1926 y 1934. En ese período escribió sus célebres Cuadernos de la Cárcel, donde delineó un conjunto de ideas que tienen influencia hasta hoy.

Gramsci fue visto como un gran innovador, y efectivamente lo era.

Contradijo la tesis leninista de que el camino para llegar al poder es la violencia revolucionaria. Reconoció el papel central que los marxistas siempre adjudicaron a la lucha sindical, pero agregó que no era el único medio.

Afirmó el papel esencial de la cultura y sostuvo que era allí donde había que dar la lucha contra el capitalismo: al Estado se lo conquista desde la sociedad civil, sirviéndose de la prensa, el sistema educativo, la industria cultural y, desde luego, la acción sindical y política.

Las ideas de Gramsci sonaban muy heterodoxas para el marxismo-leninismo. Por ejemplo, encerraban un duro cuestionamiento al determinismo económico. Pero en otros aspectos prolongaba las ideas tradicionales, aunque las formulara en un lenguaje nuevo. Y este es el Gramsci que más pesa hoy. Sus críticas a la ortodoxia han perdido importancia porque la propia ortodoxia se ha debilitado. Pero su reafirmación implícita de muchas ideas centrales de la tradición leninista sigue teniendo influencia sobre el modo en que piensa y actúa buena parte de la izquierda.

Una de las ideas tradicionales que Gramsci prolonga es la noción del Estado como fortaleza a ser conquistada. Las instituciones no son el espacio de encuentro de todos los ciudadanos ni el lugar donde arbitramos nuestros conflictos. El Estado es un aparato de poder que debe ser controlado para imponer una orientación política indiscutida.

Los medios son distintos a los de Lenin, pero la concepción del Estado no cambia. Hay una misma negación del pluralismo político y un mismo rechazo a la rotación de partidos en el ejercicio del gobierno. Cuando se logra controlar el Estado, no hay que soltarlo. El fin de un gobierno no es un fenómeno normal sino una señal de debilidad.

Otro punto en el que Gramsci coincide con Lenin es la negación de toda autonomía a la sociedad civil.

Las organizaciones sociales, el sistema educativo, los medios de comunicación y las instituciones culturales deben estar sometidos a la conducción política. Todo se reduce a una guerra de trincheras en la que se va ganando terreno y acumulando fuerzas para la conquista del Estado.

Por eso es importante ir ganando posiciones. Un dirigente sindical no es sólo un dirigente sindical sino un actor político que cumple una misión en un ámbito específico.

El sistema educativo no es el lugar donde se prepara a la gente para vivir su propia vida, sino una herramienta para inculcar modos de pensar y fabricar adhesiones políticas.

Un tercer punto en el que Gramsci sigue siendo típicamente leninista es el modo en que concibe el trabajo de los intelectuales. Sus ideas al respecto se resumen en una expresión que se hizo famosa en los años

sesenta: "intelectual orgánico".

El "intelectual orgánico" es una variante de lo que suele llamarse un "intelectual comprometido". Lejos de encerrarse en su torre de marfil, se involucra en los conflictos sociales y se pronuncia permanentemente sobre lo que ocurre.

Pero hay algo más: el "intelectual orgánico" no aspira a servir a la sociedad en su conjunto ni pretende tener independencia de juicio. Se reconoce afiliado a un bando y cumple con la tarea de suministrar munición argumental a su dirigencia política.

Para decirlo en breve, el "intelectual orgánico" es un intelectual que se suicida: mediante un acto dogmático reconoce a sus jefes políticos una lucidez superior a la suya y se somete a su juicio. Lo verdadero es lo que la dirigencia considere verdadero y lo justo es lo que la dirigencia considere justo. Por eso deja de actuar como intelectual y pasa a desempeñarse como funcionario.

La izquierda regional viene recorriendo un largo camino. Primero revalorizó las garantías formales de la "democracia burguesa", tras haber experimentado de la peor manera qué es lo que pasa cuando se eliminan.

Luego (al menos en países como Brasil, Chile y Uruguay) adquirió cultura de gobierno, es decir, descubrió el mundo de complejidades y matices que es posible ignorar mientras se es oposición.

Pero todavía le queda romper con Antonio Gramsci. Sería bueno para todos que eso ocurra.

martes, enero 05, 2010

Corporativismo
por Pablo Da Silveira


Los trabajadores del Clínicas se movilizaron a mediados de noviembre porque se oponían a que sus salarios fueran pagados a través del Discount Bank, en lugar de a través del BROU. La razón, según dijeron, era de naturaleza "ideológica". No importaba que ese cambio implicara una disminución de costos y, por lo tanto, un ahorro para los contribuyentes. Tampoco importaba que la decisión hubiera sido tomada por la dirección del hospital en el marco de sus competencias legítimas. Ellos, los trabajadores, preferían al BROU. Aunque sólo se representaran a sí mismos y aunque los costos los pagaran otros, su preferencia debía imponerse.

Días más tarde, el vicepresidente electo Danilo Astori reconoció públicamente la ausencia de logros en materia educativa y mencionó entre las causas a "las actitudes corporativistas que anteponen el interés sectorial al nacional". Los sindicatos de la enseñanza calificaron a esa afirmación de "despropósito" y uno de sus dirigentes

declaró: "Muchas cosas nos separan de Astori. Tenemos diferencias importantes con el contador en materia de inversión y de educación".

Un dirigente gremial que sólo representa a algunos miles de afiliados se dirigía al vicepresidente electo como podría hacerlo el jefe de la bancada opositora, es decir, poniendo en un mismo plano sus respectivas opiniones sobre las políticas a seguir. El lenguaje sugería que no hay ninguna diferencia entre la representatividad gremial y la representatividad política.

Poco después, la Corte Electoral convocó a las elecciones que se realizarán en febrero para designar a los docentes que ocuparán lugares en el Codicen y los Consejos Desconcentrados de ANEP. Junto a ellos se sentarán otros consejeros designados por el Poder Ejecutivo con venia del Senado, para lo que se requerirán los votos de dos tercios de los senadores. Pero, una vez instalados en los órganos de gobierno de la enseñanza, todos tendrán la misma influencia.

El corporativismo es la doctrina según la cual la sociedad no está integrada por ciudadanos sino por grupos de interés. Gobernar no significa proteger los derechos de todos (incluyendo aquellos que no pertenecen a ningún grupo) ni buscar soluciones imparciales y justas, sino llegar a acuerdos que reflejen la correlación de fuerzas entre aquellos grupos que tienen la capacidad de articular sus demandas. El corporativismo fue un componente central del fascismo. El ideal de Mussolini era una sociedad gobernada por órganos en los que estuvieran representados los trabajadores, los empresarios, los militares, la Iglesia, los intelectuales. La idea de sustituir a la representación política (efectivizada a través de los partidos) por la representación corporativa también formaba parte de las propuestas que Bordaberry hizo a los militares en 1976.

Nunca como hoy nuestro país estuvo tan cerca de cambiar el régimen republicano por uno corporativo. Felizmente, nunca como hoy se habló tanto del tema. La palabra "corporativismo" era hasta hace poco un término para especialistas, pero hoy se la encuentra en la prensa. En el correr de estos años veremos de qué lado cae la moneda.


http://www.elpais.com.uy/10/01/05/predit_463587.asp

El Frente Amplio y SUTEL a bordo del Titanic


"La principal operadora telefónica estadounidense, AT&T, podría estar a punto de lograr un segundo hito en la historia de la telefonía al haber solicitado a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de EE.UU. que la exima de la obligación de proveer y mantener las redes de telefonía fija. AT&T considera que ya "es el momento de cortar el cable" en telefonía fija, y así se lo ha comunicado a las autoridades del país norteamericano."
http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/AT/26T/quiere/abandonar/telefonia/fija/elpepueco/20100104elpeputec_6/Tes

Hace 20 años atrás, los ex Presidentes Lacalle y Batlle quisieron vender Antel, justamente para salirse de la telefonía por cable e invertir todo a crecer en la telefonía móvil, la fibra óptica y voz por IP.

El Frente Amplio y el Sindicato de empleados públicos de Antel se encargaron de detener el tiempo y congelar a Uruguay en el atraso tecnológico, todo para defender una ideología estatista notoriamente fracasada en el primer mundo y para defender a un puñado de empleados privilegiados.

Hace años escribí en este Blog dos artículos que tristemente tienen vigencia. ¿Será que yo soy tan sagaz que veo el futuro o que el resto son tan ciegos que ni siquera ven el presente?

Estos son los articulos: "Tecnologia, no ideología" y "Skype vs. Antel"
http://sicardi.blogspot.com/2006/11/tecnologa-no-ideologa.html
http://sicardi.blogspot.com/2008/07/antel-vs-skype.html

Guillermo Sicardi