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domingo, noviembre 28, 2010

Los políticos o los Empresarios: ¿quién debe hacer los cambios?


“Los siete mandamientos del Primer Mundo”

Carlos Alberto Montaner es un escritor y periodista cubano que defiende la libertad, el estado de derecho y el respeto a la propiedad privada, que no es otra cosa que los bienes que adquirimos con nuestro propio esfuerzo.
Compara los países subdesarrollados con los del llamado primer mundo y nos sugiere que esta diferencia está en que estos países siguen 7 “mandamientos” que respetan tales principios.

Soy un convencido que el cambio de la mentalidad de nuestra gente, de una postura reactiva, mediocre y conservadora hacia otra proactiva, pro excelencia y osada, no se va a gestar desde los políticos, ni desde el ámbito universitario, sino que debe gestarse desde el ámbito de la empresa.

La empresa existe para crear valor y también para trasmitir valores. Es dentro de la empresa donde permanecemos la mayor parte de nuestro tiempo útil, donde desarrollamos nuestras habilidades y dónde contribuimos a agregar valor. Si la empresa – y sobre todo los empresarios – no trasmiten los valores correctos, la lucha por el bienestar seguirá postergada.

A continuación cito los 7 Mandamientos de Montaner (pensados para los países y los gobiernos) y los adapto a la empresa, los trabajadores y los empresarios. 

Es probable que usted poco pueda hacer para cambiar las políticas públicas, pero es mucho más probable que usted sí pueda cambiar sus propios hábitos de trabajo y con ellos contagiar positivamente a sus colegas, a sus jefes y hasta los dueños. 

Es mejor que dedique su energía en cambiar SU mundo que en tratar de cambiar el mundo. La segunda alternativa suena más heroica y políticamente correcta, pero la primera es la única sobre la cuál usted puede accionar y por lo tanto sobre la cual puede hacerse responsable. Y es por eso que son pocos los que optan por este camino: el de la responsabilidad individual.

 Primero. La democracia representativa es el sistema más eficaz para organizar el espacio público. De acuerdo con la experiencia, es el modo menos imperfecto de enfrentar los retos comunes.
En muchas empresas no se respeta este principio elemental: no se aplican adecuadamente los mecanismos de Gobierno Corporativo, no se respetan las minorías accionarias y se lidera más a “prepo” y manejos políticos internos que bajo pautas claras. 

Segundo. La economía de mercado es el método superior de crear y asignar riquezas para beneficio del conjunto de la sociedad. Así funcionan los veinte países más prósperos y justos del mundo. No es perfecto, pero es mucho mejor que el modelo económico colectivista basado en las decisiones de los burócratas y en la planificación centralizada.
No todos los empresarios creen en la economía de mercado. Si bien viven dentro de  ella, añoran con tener algún contrato con el Estado, algún beneficio especial o contrato en exclusividad. Se han dedicado muchas más horas para “acomodar el cuerpo” ante los embates intervencionistas del Estado (pidiendo beneficios, protecciones, exoneraciones, etc.) que en la defensa acérrima de la libertad de comercio.

Tercero. La existencia y preservación de los derechos humanos y civiles es la condición legitimadora del Estado. Los Estados son un conjunto de instituciones al servicio de los individuos y no al revés.
En muchas empresas no se respetan derechos mínimos de los integrantes de la empresa, sean empleados, proveedores y hasta socios. El pagar a un proveedor con un diferido para un día viernes y así ganar dos miserables días y que lo cobre el lunes, el no darle un uniforme o herramientas básicas para el trabajo a un empleado (que no le hace un favor a éste sino a los clientes que atenderá) es un acto de una miseria intelectual y una visión tan miope de las relaciones humanas que luego no sorprende la escalada sindical y las represalias de los proveedores. Un verdadero perder – perder, en lugar de un auténtico ganar – ganar.

Cuarto. El respeto por los derechos de propiedad es un elemento esencial de la convivencia. Los individuos tienen derecho a conservar las riquezas producidas con su esfuerzo, imaginación o creatividad y el Estado no puede arrebatarles arbitrariamente el fruto de su trabajo.
Lo mismo sucede en la empresa. Los sindicalistas por un lado pretenden quedarse con el valor agregado que generó el empresario con su idea, su tenacidad para llevarla adelante y su capacidad de asumir riesgos, cosa que el trabajador no aportó ni material ni espiritualmente. Por otro lado los empresarios son muy mezquinos en reconocer los aciertos de sus empleados, no sólo no los premian económicamente cuando hacen algo destacado, sino que ni siquiera tienen unas palabras de aliento para ese aporte diferencial. No es de extrañar que muchos bajen los brazos.

Quinto. Todos los ciudadanos tienen que someterse a la autoridad de la ley, y los gobernantes en primer término. No puede haber impunidad para los poderosos o para los mejor relacionados.
Cada vez se hace más difícil hacerle entender a la gente que en la empresa hay que respetar los reglamentos y las pautas que la empresa se dio a sí misma, que no es otra cosa que la “Ley” dentro de las paredes de la corporación. Todos se sienten con derecho a tener su propio Código y además, pretenden ser también los jueces de sí mismos a la hora de aplicarlos. Por otro lado los dueños de las empresas no respetan las mismas leyes que ellos dictaron: no siguen los procesos que sí les exigen a sus empleados, no respetan los compromisos asumidos con sus socios por aquello de “¿quién manda a los que mandan?”. El Plan Estratégico y los Reglamentos internos deben ser “La Constitución” de la empresa a la que TODOS los miembros deben someterse, empezando por sus dueños. La empresa no son ellos mismos. La empresa es una entidad diferente a la de sus fundadores.

Sexto. Los funcionarios tienen que dar cuenta de sus actos de manera frecuente y permanente. Han sido electos o designados para obedecer a la sociedad en calidad de servidores públicos, no para mandar sobre ella. Son los individuos, organizados en esa fórmula muy laxa que llaman “sociedad civil”, los que deben vigilar a los gobernantes, y no al revés.
Las empresas más exitosas “se rinden cuentas” entre todos sus miembros. No sólo rinde cuentas el cadete frente al Gerente, sino que el propio dueño rinde cuentas de sus actos a sus propios subalternos, puesto que si bien es el que tiene más poder, también es el que tiene más responsabilidad. Si un empleado comete un error grave es probable que pierda su empleo, si el dueño o el Gerente General cometen un error grave, es probable que TODOS pierdan el empleo.

Séptimo. Para corregir los errores del anterior gobierno, es fundamental la oposición constructiva, el pluralismo político y la alternancia en el poder con garantías para todos los actores nacionales que se sujeten a las reglas del juego político.
Cuando en la empresa hay un cambio generacional o un cambio de gerentes o un simple cambio de procedimientos o forma de hacer las cosas, se produce un verdadero tembladeral: cada uno defiende su chacra, se pierden horas y horas en quejas, críticas y fantasías, en vez de poner foco hacia metas comunes. Pero éstas nunca aparecen porque dedican tanto tiempo a destruir y tan poco a construir, que las buenas ideas no aparecen nunca.

Ec. Ernesto Talvi: el deterioro del Estado de Derecho en Uruguay

Ernesto Talvi es un hombre inteligente, super profesional y con una formación académica extremadamente sólida.

En reciente entrevista en Radio Sarandi 690 AM, resumió los puntos claves de su última conferencia como Director de CERES


- el deterioro del Estado de Derecho
- el avance del Corporativismo por encima de los derechos individuales
- el fracaso de la Educación Pública y la experiencia exitosa del modelo de Harlem y de El Jubilar en Casavalle
- la acción sindical que atenta contra el derecho de propiedad y contra el derecho al trabajo de los que no quieren hacer paro

Un reportaje imperdible que apunta a las raíces mismas del problema y que todo empresario debe entender para poder trasmitir valores, además de crear valor y generar riqueza. La riqueza que perdura es la riqueza de la mente, no la del bolsillo.

Escuhe el reportaje en este link. No se arrepentirá.
http://www.sarandi690.com.uy/temasAgenda_ver.asp?idTema=5196

domingo, noviembre 21, 2010

Ni excusas ni disciplina

por JULIO MARÍA SANGUINETTI

En las últimas semanas ha crecido como marea el divorcio que media entre lo que el Presidente habla y lo que el gobierno hace. La verdad es que ello ocurre desde el primer día de su administración y esa desconcertante situación sólo se ha edulcorado porque la bonanza económica internacional da recursos que alivian muchos reclamos y porque los propios dichos del Presidente suelen sintonizar con el estado de la opinión pública. Pero han pasado los meses y lo que podía sólo concebirse como un desajuste de comienzo, ha pasado a ser ya un problema serio para el país.
¿Quién no recuerda aquel discurso que enamoró a los empresarios argentinos en el Conrad? A todo el mundo le quedó claro que no habría más impuestos y que, además de invertir, los hermanos del otro lado del Plata debían venir a vivir a este lindo país. Pero después los impuestos llegaron …

¿Quién no recuerda que prometió no nombrar más funcionarios y dejar de lado los tramposos concursos que se hacían, y que la respuesta fue no, desde el propio gobierno? ¿O las viviendas, que siguen sin aparecer, y que se construirían con reservas que el Banco Central le explicó que estaban para otras cosas? Ni hablemos de la reforma del Estado, que nunca se concretó mucho, pero que no ha podido avanzar ni en pequeñas medidas, muy menores, de transformación de la administración. Por supuesto, la tal reforma era un titular más que un programa, que partía, además, de ignorar las grandes transformaciones que el país ha realizado en la administración, como el BPS por ejemplo, que si hoy no vive la crisis que sufre Europa es porque a tiempo se creó la cuenta individual, se cambiaron las edades de retiro y se estimuló el ahorro individual a través de las Afap.
¿Quién olvida aquel discurso emotivo a las Fuerzas Armadas, convocándolas para un futuro sin reproches hacia el pasado? Desgraciadamente, el farragoso, contradictorio y anti-institucional proceso llevado a cabo para derogar, interpretar o anular la ley de Caducidad sólo ha servido para marginar a un mundo militar que ha mostrado en estos años una ejemplar subordinación, no correspondida por el constante agravio a su integridad.

Esta semana el propio secretario de la Presidencia se sumó a los juristas que con claridad dijeron que no se podía seguir proponiendo la violación de la Constitución y la ignorancia de dos pronunciamientos populares absolutamente definitorios de la situación. Tal fue el revuelo que el propio Presidente se sintió obligado a pronunciarse y, con su firma, emitió un comunicado realmente alarmante. Allí nos enteramos que el canciller Almagro ha actuado por su cuenta en el impulso entusiasta que le brindó a la iniciativa interpretativa, como que también habría sido espontáneo el pronunciamiento del secretario de la Presidencia, cuyo despacho está al lado del presidencial. Todo esto de por sí es bastante asombroso, pero lo que raya en lo inexplicable es la afirmación del Presidente de que "acatará" lo que resuelvan las autoridades partidarias del Frente Amplio.
Como se sabe, el Presidente no es un representante partidario, como en los regímenes parlamentaristas. En Uruguay es un magistrado que, una vez electo, asume la representación de todo el país y le está prohibida toda actividad proselitista, así como "formar parte de comisiones o clubes políticos, ni actuar en los organismos directivos de los partidos". Como se aprecia, el artículo 77 numeral 5 de la Constitución no puede ser más claro. O sea que nuestro Presidente anuncia que se subordinará a los comités políticos que la Constitución le prohíbe integrar. Es demasiado fuerte el desvío institucional.

Además, y esto es de la esencia del sistema, el Presidente es la cabeza del Estado, su instancia final en todos los procesos, aun los legislativos, donde puede vetar o no una ley. ¿Cómo es que anuncia que actuará por disciplina partidaria y que apoyará cualquiera cosa que decida su colectividad?
Los presidentes no pueden esconderse detrás de esa disciplina que ni siquiera hoy inhibe a más de uno de los legisladores frentistas. Sus facultades y deberes son irrenunciables. No pueden delegarse en nadie, y mucho menos en comités que la Constitución quiere alejados de la administración.
El caso, por otra parte, ya está más que laudado con dos pronunciamientos de la ciudadanía y esto no lo puede ignorar nadie.
El ejercicio del gobierno es duro. El Presidente ya lo ha advertido y lo reconoce. No puede decir que en este país "trancan" a todo el que quiera hacer algo. Si es así, ¿quién lo tranca? ¿ Los sindicatos de mayoría frentista que han trancado a todos los gobiernos? Cualquiera sea el caso, debiera aclarar, identificar los responsables y convocar a una ciudadanía que seguramente le apoyaría para que el país funcione.

El Presidente no puede esconderse detrás de una excusa o de una prohibida disciplina partidaria. Él se ganó mucho respeto de la gente por la moderación de sus dichos y el esfuerzo notorio que ha hecho para que aquellos ribetes más ríspidos de su personalidad, se adaptaran a las circunstancias. Hoy hay chaqueta y no hay palabrotas. Pero a 8 meses de gobierno, ya no basta con la intención. El repetido "como te digo una cosa te digo la otra" hizo gracia al principio. Ya no. Ahora ha pasado a ser un problema.

jueves, noviembre 18, 2010

Apoyar a emprendedores

Minientrevista a David Audretsch - Prodem
http://www.prodem.ungs.edu.ar/blog/2010/11/minientrevista-a-david-audretsch/

“A veces, apoyar a los emprendedores puede generar más crecimiento que estimular al capital o al trabajo”

Conversamos con David Audretsch, profesor de la Universidad de Indiana, referente internacional en Entrepreneurship y miembro del Comité Consultivo del Prodem, sobre la relación entre creación de empresas, innovación y crecimiento económico.
Prodem: La relación entre la actividad emprendedora y el crecimiento económico de un país es un tema complejo. ¿Cuáles serían los canales a través de los cuales una mayor actividad emprendedora se traduce en mayor crecimiento económico?
David Audretsch. La actividad emprendedora contribuye al crecimiento económico de varias formas. Por ejemplo, inyectando mayor competencia en los mercados, tanto en términos de productos como de factores. Las  nuevas empresas contribuyen a que exista una mayor rivalidad tanto por vender bienes como por atraer  a los mejores factores. Ambos fenómenos tendrán un impacto positivo sobre el crecimiento económico. Además la actividad emprendedora ayuda a incrementar la diversidad en la economía, introduciendo nuevas formas de hacer las cosas. Debe destacarse en particular su papel como vehículo para la explotación comercial de nuevos conocimientos generados en organizaciones existentes, universidades, etc. que de otra forma permanecerían sub-explotados o abandonados por la existencia de lo que llamo el “knowledge filter”. Las empresas e instituciones suelen tener mecanismos que actúan como filtros (por ejemplo su actitud ante el riesgo, su sendero tecnológico previo, su core estratégico) que les llevan a asignar un menor valor a las oportunidades asociadas a la explotación de nuevos conocimientos e ideas de negocio en  comparación con el que le otorgan quienes trabajan en ellas. Cuanto mayor sea esta brecha de valoración mayor será la posibilidad de que estas nuevas ideas y conceptos sean abandonados o descartados por los gerentes de las organizaciones existentes. Por el contrario, muchas veces dan lugar al surgimiento de nuevas empresas independientes fundadas por esos empleados.

P.  En este contexto, ¿cuál es la importancia relativa del emprendimiento corporativo basado en el fenómeno intrapreneur comparado con la creación de nuevas empresas independientes como vehículos de innovación?
DA. Los dos fenómenos han ganado importancia en los últimos tiempos. Sin embargo, como Kenneth Arrow señalara en su momento, existen límites al emprendimiento corporativo en grandes organizaciones. La actividad emprendedora independiente está sujeta a menores rigideces y barreras.
P. ¿Cree que estamos en presencia de un fenómeno generalizado o generalizable a todos los sectores? ¿Es esta una tendencia estructural de la economía?
DA. Es cierto que esta tendencia tiende a ser más relevante en los sectores tecnológicos, en aquellos altamente innovadores y en las áreas en donde existe un importante grado de incertidumbre sobre las características y estándares de los productos. Sin embargo, creo yo que con la globalización, estos rasgos caracterizarán cada vez más a toda la economía. Por el contrario, aquellos sectores basados en productos más estandarizados tenderán a ser competitivos sólo en base a ventajas de costos salariales.

P. Ud. Introdujo la noción de capital emprendedor como un factor del crecimiento económico, ¿podría desarrollar el concepto?
DA. El capital emprendedor, así como otros tipos de capital, es un concepto multifacético y heterogéneo. Incluye no sólo a la actividad emprendedora en sí misma sino también al conjunto más amplio de instituciones, universidades, asociaciones empresarias, fondos de capital de riesgo y prestadores de asistencia técnica especializada que contribuyen a su desarrollo en una sociedad determinada. El capital emprendedor se manifiesta de una manera singular: la creación de nuevas empresas. Así, las regiones más dinámicas en cuanto a la generación de nuevas empresas pueden ser caracterizadas como regiones ricas en capital emprendedor, mientras que las regiones con baja propensión a generar nuevas empresas serán débiles en cuanto a su capital emprendedor.

P ¿De qué manera este nuevo concepto contribuye a la construcción de una nueva teoría del crecimiento?
DA. La introducción del capital emprendedor en el contexto de los modelos de crecimiento endógeno no contradice los resultados previos obtenidos por esas teorías en cuanto a la importancia del capital físico, el capital humano y el conocimiento como determinantes del crecimiento económico, sino que agrega un nuevo factor de producción – el capital emprendedor -  que también está llamado a jugar un importante rol en la explicación del crecimiento económico. Puede ser el caso, también, que bajo determinadas circunstancias, políticas orientadas a desarrollar el capital emprendedor puedan ser más efectivas en términos de su impacto sobre el crecimiento econ

lunes, noviembre 15, 2010

Discurso de Bill Gates: Las 11 Reglas de la Vida que tus Hijos no Aprenderán en el Colegio

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Bill Gates volvió recientemente a su antiguo instituto a dar un discurso a los alumnos, y entre todas las cosas que les dijo recalcó 11 reglas de vida para que tuvieran en cuenta los chicos:

Regla Uno- La vida no es justa, acostúmbrate a ello.

Regla Dos- Al mundo no le importará tu autoestima. El mundo esperará que logres algo, independientemente de que te sientas bien o no contigo mismo.

Regla Tres- No ganarás US$5.000 mensuales justo después de haber salido del instituto y no serás un vicepresidente de una empresa con coche de empresa hasta que hayas terminado el instituto, estudiado y trabajado mucho. 

Regla Cuatro- Si piensas que tu profesor es duro, espera a que tengas un jefe. Ese sí que no tendrá vocación de enseñanza ni la paciencia requerida.

Regla Cinco- Dedicarse a voltear hamburguesas no te quita dignidad. Tus abuelos tenían una palabra diferente para describirlo: le llamaban oportunidad.
Regla Seis- Si metes la pata, no es culpa de tus padres, así que no lloriquees por tus errores; aprende de ellos.

Regla Siete- Antes de que nacieras, tus padres no eran tan aburridos como son ahora. Ellos empezaron a serlo por pagar tus cuentas, limpiar tu ropa sucia y escucharte hablar acerca de lo super guay que eres y lo carca que son ellos. Así que antes de emprender tu lucha por las selvas vírgenes contaminadas por la generación de tus padres, inicia el camino limpiando las cosas de tu propia vida, empezando por tu habitación, escritorio, armario y estuche.

Regla Ocho- En la escuela puede haberse eliminado la diferencia entre ganadores y perdedores, pero en la vida real no. En algunas escuelas ya no se pierden años lectivos y te dan las oportunidades que necesites para encontrar la respuesta correcta en tus exámenes y para que tus tareas sean cada vez más fáciles. Eso no tiene ninguna semejanza con la vida real.

Regla Nueve- La vida no se divide en semestres. No tendrás vacaciones de verano largas en lugares lejanos y muy pocos jefes se interesarán en ayudarte a que te encuentres a ti mismo. Todo esto tendrás que hacerlo en tu tiempo libre.

Regla Diez- La televisión no es la vida real. En la vida cotidiana, la gente de verdad tiene que salir del café de la película para irse a trabajar.

Regla Once- Sé amable con los "NERDS" (los más aplicados de tu clase). Existen muchas probabilidades de que termines trabajando para uno de ellos.

domingo, noviembre 07, 2010

Enseñar, ¿para qué?

¿Qué les enseñan a nuestros hijos en los liceos? Y más importante aún ¿para qué les enseñan lo que les enseñan?  Me hago estas preguntas desde mis distintos roles como padre, docente universitario, empresario y ciudadano.  Y lamentablemente no tengo buenas respuestas, y las que tengo, no me satisfacen.

Primero. Tengo la plena convicción que la mayoría de los liceos –aún los privados- se esmeran más por cumplir con “el programa” que por despertar los talentos y virtudes de sus educandos.
Los profesores no están entrenados para detectar talentos, apenas están capacitados para responder simples preguntas. No saben detectar en el “payaso” de la clase a un futuro actor, en el tímido o recatado a un posible investigador, en el charlatán a un prominente orador o en el galancito a un innato vendedor.

El 80% de lo que aprendan en el liceo lo olvidarán en menos de 5 años o quedará obsoleto. En cambio el habilidoso para el deporte, para la charla amena o para la investigación, lo será para toda su vida. No importa el deporte que desarrolle, ni lo que investigue: lo importante es que hará algo que le gusta y para lo cual tiene un talento natural. 

Segundo. El sistema educativo está diseñado para contemplar a los mediocres, no para destacar a los excelentes.
Existen clases de “recuperación” en Febrero para los más lentos o las más haraganes, pero no hay clases de “potenciación” para los sobresalientes.  ¿No es mejor potenciar los talentos y las fortalezas que compensar las debilidades?

Tercero. Todos los liceos dicen que “educan en valores”, pero  ¿qué valores?
Lo que más valoran los uruguayos es la “seguridad”. Por eso el 63% de los jóvenes menores de 25 años aspiran a ser empleados públicos.  No es para menos; en abril del 2009 el Parlamento llamó a un concurso para cubrir el puesto de “oficial de Intendencia” (manejar ascensores, servir café, trasladar insumos y atender al público) con su sueldo de $ 27.000 por mes.

La mayoría de los padres quieren que sus hijos sean educados en valores como la “solidaridad”,  el “compañerismo” o la  “criticidad”, antes que los valores de “calidad” o el  “emprendedurismo”.  Por eso se inscribieron más de 180.000 jóvenes para servir café y menos de 100 para presentar proyectos emprendedores.

Recientemente el Banco Santander hizo un llamado para “Emprendedores Universitarios”; se anotaron 43 proyectos y sólo 15 entregaron el plan de negocios exigido. La Universidad ORT junto a VTV y Grupo la Información de España organizaron el Venture Day Iberoamericano + R; se presentaron 120 proyectos, de un plumazo descartaron 80, quedaron sólo 40. Y al Open Coffee Montevideo, menos de 12 anotados. ¿De qué valores hablamos?

Cuarto. No tengo los más mínimos parámetros para juzgar la calidad de la educación que reciben mis hijos ni para comparar entre diferentes Instituciones.
¿Cómo puedo saber si el Colegio Inglés es mejor que el Seminario? ¿Cómo sé si el Elbio Fernández educa mejor en matemáticas que The British School? ¿Por qué el Christian Brothers cobra tres veces más caro que el IEEP en El Pinar? La respuesta: imposible saberlo.

Las autoridades de secundaria están más ocupadas en “inspeccionar” el cumplimiento de los programas creados por sus burócratas y sus Asambleas Técnico Docentes, que en darle a los padres las herramientas e información necesaria como para que podamos evaluar con objetividad y profesionalismo el lugar donde educaremos a nuestros hijos. Al final terminan pesando estos tres criterios para elegir el Colegio, que nada tienen que ver con la Educación y son: 
1 – quiénes son las familias y amigos que van a cierto Colegio (para que estudie con “gente como uno”), 
2 – la estructura edilicia (que nos “llena el ojo” con aulas, gimnasios y laboratorios lustrosos), 
3 – la cercanía (no será muy buen colegio, pero queda cerca)

Quinto.  ¿Qué espero de un liceo?
  • Quiero que el liceo ayude a mis hijos a descubrir sus talentos, no a salvar exámenes
  • No quiero que lo feliciten por tener todo 12, eso no me da ninguna señal sobre dónde están sus talentos y sus pasiones. Sólo me dice que es un chico muy responsable. O un anodino que tanto le da estudiar matemáticas, como historia o dibujo.
  • Quiero que lo formen para ser un ciudadano útil: que aprenda a arreglar un enchufe más que medir el azimut de una estrella, que sepa cocinarse a recordar de memoria la Tabla Periódica.
  • Que aprenda a pensar por sí mismo, no a memorizar.
  • Que aprenda a resolver conflictos con otros compañeros, no a recurrir al amparo de un docente
  • Que le estimulen la iniciativa individual
  • Que le ayuden a desarrollar su autoestima, la mejor herramienta para superar obstáculos en la vida
  • Y sobre todo, que se divierta aprendiendo y que sus profesores se diviertan enseñándole, porque en última instancia, si mi hijo no logra hacer lo que le guste, va a tener que trabajar.

Dr. Guillermo Sicardi, MBA